Los adultos mayores son vulnerables a las lesiones debidas a las caídas. Es importante implementar un programa de prevención de caídas para personas con riesgo elevado o que ya sufrieron caídas. Este programa debe incluir ejercicios (que pueden ser acompañados de fisioterapia) y suplementos de vitamina D.
La edad es uno de los principales factores de riesgo de las caídas. Los ancianos son quienes corren mayor riesgo de sufrir lesiones graves por caídas, y el riesgo aumenta con la edad.
Las razones por las que los ancianos sufren mayores riegos de caídas se deben, en parte, a los trastornos físicos, sensoriales y cognitivos relacionados con el envejecimiento, así como a la falta de adaptación del entorno a las necesidades de las personas de edad avanzada.
La prevención de caídas en adultos mayores busca reducir los factores de riegos y fomentar medidas eficaces para reducir el número de personas que las sufren, disminuir su frecuencia y reducir la gravedad de las lesiones que producen.
Tareas del cuidador relacionado a la prevención de caídas:
1. Estar informado sobre el riesgo de caídas en adultos mayores y las acciones de prevención:
- Tener en cuenta que se necesitan barandas en la cama de la persona con riesgo
- Deambulación indicada por médico tratante y supervisada por el profesional que corresponda.
- Timbre de enfermería o campana accesible al paciente.
- Calzado adecuado para la deambulación.
- Luz nocturna encendida.
- Acompañamiento permanente en el caso que sea necesario
- Prevención de escaras con un colchón antiescaras y cojines indicados para ello.
2. Motivar al paciente para cumplir con las recomendaciones brindadas.
3. Informar las acciones de prevención a otras personas que realicen acompañamiento al paciente.
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